Fecha 10: SFE 0 - Atl. Gazulo 0

PEQUEÑO GRAN CAMPEON

Partido vs. Hércules, 7ma. Fecha, cancha 6. A los 38 minutos de juego expulsan a Tweety y la chapa marcaba 0-2. Había que congelar el partido porque Hércules es un equipo añejo, con mañas. Además, había que cuidar la diferencia de gol porque uno nunca sabe. En el entretiempo, Don Luí confirma tres delanteros y le ordena al resto dejar la piel en la cancha porque “Se lo damos vuelta. Hacemos un gol y los pisamos”.

¿Cómo terminó la historia? SFE metió uno y lo pisó nomás. 3 á 2. Ese día salió campeón el equipo azul, el resto fue puro fixture. Este equipo ya había ganado su propio campeonato.

En el torneo anterior los pibes de Don Luí no tenían fútbol ni alma para dar vuelta un resultado. Pero, con la misma base más los refuerzos, no perdió el bajo promedio de edad pero sí perdió el miedo a ganar.

Y así, salió campeón. Dando vuelta resultados, siendo el más goleador, siendo el 2do. equipo menos goleado, vitoreado por su gente, alabado por todos por su juego ofensivo, conmovedora entrega y comportamiento óptimo.

Para ser campeón se habla siempre de maña, inteligencia, manejo de situaciones, manejo de árbitros, caballo de comisario, suerte de campeón y vaya a saber uno cuántas cosas más. Este campeón fue más básico, más transparente. ¿O me van a decir que los 17 añitos de Alan lo sacaron goleador por su “experiencia”? ¿Podríamos hablar de aplomo, presencia y pierna fuerte de un mediocampo que no junta ni 200 kilos? Estaría bueno hablar de la suerte de un campeón que metió más tiros en los travesaños que goles. Podríamos analizar también el manejo arbitral que nos permitió que en diez partidos nos dirija tres veces el mismo juez y dos veces reemplacen jueces de línea adolescentes durante el propio partido. Los sabios del fútbol deben reconocer que la organización nos dio todos los gustos: en 10 partidos cambiamos ¡3 veces! la camiseta aunque nuestro delegado preguntara dos horas antes de jugar, la misma organización que permite que el equipo sub-campeón agraviara en reiteradas veces a nuestro equipo, a los jueces y a la mismísima UTN.

Por eso este equipo no fue un típico campeón. “Los pibes ganan partidos, no campeonatos”, dicen. El DT buscó una alternativa innovadora: ni 11 pibitos habilidosos, ni 11 veteranos de guerra. Puso en cancha 2 mercenarios como Tweety o El Chueco, agregándoles 4 ó 5 pibes y completando con mocosos que tienen varios torneos gloriosos y desastrosos en el lomo.

La variedad de edades, pesos, alturas y pergaminos fueron la clave de la conquista. Alan fue la joyita, el distinto, y todo con 17 años y cero experiencia. Pitter, Yujra, Baldi, Marian y Luisito tienen varios años por venir pero ya tienen una larga trayectoria, Seba Villalba nunca había jugado por los porotos y fue el héroe de las gestas más épicas. Ferreyra es el tesoro escondido. Es el capitán, el zaguero y la figura de los próximos 15 años de la institución: un ejemplo de buen juego, humildad, respeto a los mayores y trabajo.

Cabe destacar la cuota de ternura que le imprimió Ale Flores al team, haciendo llorar a su abuelo el día que fue figura contra Hércules o trayendo a su sobrinito de apenas días de vida a dar la vuelta olímpica. El otro plus fue el recambio permanente y la variedad en cada puesto. Pablo Moralez y Nando vinieron a jugar de 8 y se encontraron con el inobjetable nivel de Luisito y con que el equipo los fue necesitando en diferentes puestos y tareas, así que siempre se pusieron las pilchas que les daba Don Luí sin chistar. Puro compañerismo (aunque Nando le agregó el plus del buen humor y Pablo, bueh…). Ese tren de compañerismo que era comandado por Martín “Coach” Alonso, que luego de lesionarse al inicio del torneo, tuvo asistencia perfecta y pudo, como premio, poner el lomo y la pierna en la final. Suerte parecida corrió Keilis, con su imborrable sonrisa contagiosa.

Párrafo aparte para el DT. Luego de dejar el bolsillo, la salud y la voz los últimos dos torneos, viendo un equipo desangelado, disperso, sin alma, indócil, con el egoísmo y la cobardía de un Christopher (su mejor jugador), con las internas entre “contratistas” y “pibes de esquina”. Ni siquiera la suerte lo ayudaba.

Esta vez la embocó. Buscó buena gente, pibes cumplidores, y una vez que los encontró, se dio cuenta que además jugaban bien al fútbol. Así se animó a apostar fuerte. Acercó a Grape como sponsor, puso reglas claras, les habló sin vueltas a sus players y logró rápidamente un vestuario compacto. Para eso utilizó a Pitter como embajador de “los mas chicos” y, como siempre, a Tweety como coequiper.

Apostó todo el torneo a salir a matar. Y mató nomás, demostrando que en el fútbol hay mucha mentira, mucho verso: en sus equipos no hay relevos, ni proyecciones, ni volantes mixtos, ni coberturas, ni bla bla bla. Dos toques cortos, un pase largo y soplá que entra. ¡Má que juego copero vs. Tiqui tiqui! Al púublico le gusta gritar “goool” o “uuuhh”, nada más.

Y hablando de público, hete aquí otro rasgo distintivo. A lo largo del torneo fue mucha la gente que se acercó. Hay históricos como Doña Ana o Miguel Lezcano, una fotógrafa deluxe (Yanina), una matera salvadora (Ferchuza), futboleros de ley (familia Flores y familia Ferreyra), novias aguantadoras y sufridoras (Rita), y nuevos fans en masa (familia Redondo), amiguitas de Nando, hermanas Ardohain, la Banda Katruskera de Chascomús, el viejo González, novios, novias, borrachos de buffette, árbitros, amigos y hasta el propio dueño de Grape (Ingeniero Grasso) quién colaboró con camisetas, pago de partidos, cena en Puerto Madero para el plantel y atendió personalmente en su propia casa de un barrio privado a cada jugador, entre otros gestos.

Con semejante estructura institucional (dirigentes, DT, hinchas y jugadores) era imposible fracasar de vuelta. Esta vez no se podía escapar. Título, ascenso a la “B”, goleador del torneo, reconocimiento de todo el mundillo de la UTN, recuperación de un nombre que desplegó gloria, goles y sudor en cada una de esas seis canchas, sumándole felicitaciones de los rivales o árbitros que nos cruzan porái y demás logros que siguen agrandando ese escudo dorado que está justo en el centro del pecho de cada camiseta utilizada por Solteros for ever. Empezó albirroja, siguió azul, mutó al negro, volvió azul y ahora será verde y blanca. Negocios son negocios y gustos son gustos pero el nombre, hermano Soltero, es el nombre. Es como la vieja, no se discute. Esta criatura nació el 17 de Julio del 2001, en el barrio de Almagro. Y no para de crecer.

Solteros for ever es fútbol, es alegría, es familia, es vino tinto, es trabajo, es puteada, es asado, es la mujer, es grito de gol, es boliche, es amigo, es abrazo, es llorar como lloró Pedrito bajo la lluvia y los truenos cuando perdimos con SADOP, es que te puteé la patrona por “la guita y el tiempo que le dedicás a esos vagos”, es la remera con la lengua de los Rolling que usa Don Luí, es irte de un torneo y que los rivales te extrañen –y te lo digan-, es torturar a tus familiares contándoles el gol que hiciste ayer, es mirar al costado de la cancha y ver que sólo unos pocos te acompañan cuando el día está feo, es querer dar la vuelta olímpica y quedarte si piernas por todo lo que corriste, es jugar bajo la nieve aquel 9 de Julio mientras Yanina y Doña Ana no sentían los pies por el frío.

Todo eso es Solteros for ever. Y si vos tenés todo eso…¿Qué más necesitás?.

El creador del nombre (Tweety) dejará de ser soltero el próximo 10 de Abril y todo el mundo le pregunta si se va a cambiar de equipo o le va a cambiar el nombre a este. La respuesta es contundente: “¿Cómo mierda va a formar SFE en el 2027 si yo no fabrico 4 ó 5 titulares rubiecitos?”.

UNO X UNO

Marian (9): Mucha sobriedad y tranquilidad. Se nota que ya jugo finales. Mucho aplomo.

Chueco (9): Redondeo un gran torneo. Jugo en gran forma y rechazo sin ponerse colorado.

Ferreyra (10): Puede jugar Champions League, en UTN, River-Boca o futbol playa con mujeres, que siempre da la sensación de suficiencia, carácter y superioridad.

Yujra (9): La camiseta mas traspirada del plantel. Sabia que si lo amonestaban lo iban a reemplazar y aun asi priorizo su equipo cortando un gol con foul.

Baldi (10): La figura de la final. Del minuto 0 a 80 entendio de que se trataba esto. Juego, huevo, cabeza fria, sangre caliente. Emociona verlo.

Luisito (10): Otra gran demostración de que nunca se negocia su fisico ni su espiritu. Ya esta en el podio de los mimados por la tribuna.

Flores (8): Muy sacrificado y con mucho despliegue. No pudo aprovechar las pelotas paradas. Fue clave en la recuperacion y en la obstrucción.

Tweety (9): En el 1er tiempo le costo tenerla y conseguirla. En el 2do ayudo a esconderla y dejar correr los minutos.

Pitter (8): No lo asistieron pero el igual las corrio todas. Jugo con el cuchillo entre los dientes y colaboro con Luisito.

Alan (9): En un partido cerradisimo, mostro las uñas. Todo el 2do tiempo obligo a pura gambeta, desborde y pisadas.

Keilis (8): en las poquitas que le dieron, se las ingenio para desbordar. Fue perdiendo punch y lo reemplazaron.

Villalba (8): Con la pelota en los pies, lo suyo fue excelente. Pases inteligentes y tenencia de balon.

Coach (8): Mucha maña. Se invento un mano a mano que no pudo convertir. Clave en los ultimos 10 minutos.

Moralez (6): Quiso salir jugando y se complico. Tuvo la mala suerte que el habilidoso rival fue por su lado.

Don Lui: Estuvo llamativamente tranquilo y acerto en los cambios. Sigue sumando trofeos.